Ante un nuevo panorama, intentan mantener actividad durante todo el año. Entretenimientos, gastronomía y deportes al lado del mar.
Después de temporada, la postal de Mar del Plata se modifica. Y las playas vuelven a la naturaleza despojada, con vista plena al mar, sin ninguna intervención fuera de la naturaleza.
Sin embargo, a pesar del clima, en algunos balnearios continúa la actividad durante todo el año debido a los servicios y “amenities” con los que cuentan algunos de los paradores, especialmente los ubicados en la zona más céntrica.
Gastronomía, actividades lúdicas y deportivas son parte del menú que se fueron sumando en los clubes de playa a lo largo de la costa marplatense.
En una ciudad donde el surf es el deporte rey, en el sector Biología de Playa Grande se puede practicarlo durante los 12 meses y hasta sumarse a los planes de entrenamiento.
“Estamos desde hace 14 años acá -contó el director Maximiliano ‘Rulo’ Prenski- y desarrollamos actividades durante todo el año”.
Actividades derivadas
Aunque “nuestro deporte es el surf”, los derivados están a la orden del día: también se puede practicar skate, ya que cuentan con una pista cubierta, y stand up paddle (SUP).
Las clases pueden ser “personalizadas o grupales y también tenemos grupos de entrenamiento, tanto de avanzados como de profesionales”, reseñó el ex campeón argentino de la especialidad.
Allí también se pueden alquilar equipos y tablas, adherirse al sistema de guardería y hasta darse una ducha caliente después de una inmersión marina. “Viene gente, algunos decididos y otros vacilantes, pero con los buenos equipos no pasan frío en el agua y se copan, salen estimulados para volver”, contó Prenski. El club Biología abre todos los días, de 9 a 19.
Además del espíritu deportivo, los balnearios que permanecen abiertos durante el invierno es por que así los condicionó el pliego de condiciones que licitaron y los convirtió en concesionarios, permitiéndoles la explotación del lugar durante décadas.
“Durante el invierno nos dedicamos a hacer tareas de mantenimiento y algunas obras, pero no se justifica mantener abierto a no ser que estés obligado por los pliegos licitatorios”, señaló el concesionario de uno de los paradores ubicados al sur de Punta Mogotes, dedicado a los más chicos.
“Aggiornamiento”
Algunos de los balnearios de Playa Grande, La Perla y Varese permanecieron abiertos hasta Semana Santa y ahora “estamos con las tareas de desarme y de limpieza de todos los materiales. Los que permanecen abiertos son los que cuentan con servicios gastronómicos y gimnasio, siempre teniendo en cuenta la cuestión de la seguridad porque a veces tenés todo listo y sos víctima del vandalismo”, explicó Pablo Pilaftsidis, concesionario en distintos puntos de la costa.
El actual proceso consiste en desarmar los toldos, desmontar las maderas y las lonas y someter esos materiales a una limpieza exhaustiva, al igual que “los plásticos”, es decir, las sillas, reposeras y mesas. Una vez terminado, se procede a acomodar “todo, por separado, y a pintar las maderas”.
Siguen las obras
En tanto, en mayo próximo en los balnearios de La Perla “comenzaremos con el segundo año de las obras, tanto de rampas de accesibilidad de los balnearios, como con la demolición en algunos sectores para dejar vista plena”, detalló Pilaftsidis.
En ese cambio de paradigma, de actividad veraniega a todo el año, están en el balneario “Perla Norte”, donde una vez concluidas las tareas de desmonte comenzarán con las obras de “un salón de usos múltiples y de sector gastronómico, para lo que debemos tirar abajo lo existente”, señaló el concesionario del lugar, Jorge Riccilo.
La nueva construcción contemplará “330 metros cuadrados de loza, con una plaza seca y salón tanto para gastronomía como dedicado a eventos para todas las edades, con capacidad para 180 personas”, añadió.
Aunque dependen del clima, el concesionario calculó que “estará listo para octubre, de cara a la nueva temporada. Es una obra muy importante que permitirá tener actividad durante todo el año”.
Con 20 años de experiencia en el sector, Riccilo concedió que desde que se inició “cambiaron mucho las cosas. Antes se venía a la playa en verano y a la carpa o a la sombrilla, ahora encaramos esta importante inversión para poder ofrecer actividades durante todo el año”.